NAVIDAD...
Se suponía que esta navidad podría ser como las del
principio pero no fue así, todo había cambiado, hasta el frio que se sentía en
casa aun teniendo la calefacción encendida.
Claro que tampoco está encendida todo el día, solo cuando el
llega, y así parece que hay verdadero calor de hogar, pero eso ya no sucede.
El día 24 yo guise todo lo que le gusta, y yo pensaba que quizás
todo seria más normal que desde hace años, yo así lo presentía pero eran más
mis ganas que lo que en verdad sucedía.
Llego la hora de la cena, mis hijas y yo le esperamos hasta
que se quiso presentar, ya casi pasada la media noche, pero yo les dije que era
igual, que esperábamos y ya está…
Y cuando llego, ya le recorría la mala fe por todo su
cuerpo, se puso a chillar, volaron los platos, y mi comida hecha con un montón
de tiempo en la cocina, después de su ira se sentó en su sillón y se durmió. Nosotras
recogimos, y nos fuimos a dormir.
Cuando despertó a eso de las cinco, se acerco a la cama, me pidió
perdón, no sé porque se me ocurrió decirle que así no podíamos seguir, entonces
me abofeteo, un ojo se me puso en tan mal estado que no me quedo más remedio
que ir a urgencias, allí me quede ingresada unas horas, aunque yo no quería, allí
fue a recogerme no sé porque, y en el coche, me dio una paliza y me quede sin
sentido.
Al despertar la escarcha caía sobre mí, resguardada en una cuneta.