UN NUMERO MÁS
No lloraba por los
años de palizas, de insomnio, de miedo, de desamor…
Ella lloraba por el
tiempo perdido, por sus sacrificios tratando de mejorarlo todo sin conseguirlo,
lloraba por el tiempo que le había querido.
En estos últimos días lloraba
por haber alcanzado la libertad deseada, ser persona, no esclava de un ser
intolerante, siniestro, y abyecto que había vivido con ella los últimos veinte
años.
Lloraba al verse libre de
insultos, lloraba por haber podido y dejado atrás las frustraciones de él, las
inseguridades de é, la violencia de él.
Y mientras lloraba, también
reía nerviosa, ya no estaba acostumbrada abrir los ojos sin encontrar su mirada
asesina junto a su cabeza, como un búho vigilante de sus noches, que jamás eran
enteras, ya que él procuraba no dejarla dormir, con ruidos, encendiendo la luz
cien veces, a levantarse cerrando la puerta de un golpazo, y abriéndola de
igual forma.
No podía creer en su
buena suerte, al fin libre, y al volver a su casa, de alquiler, ya que él se lo había
quitado todo, allí la estaba esperando, no se oyeron ruidos, ni llantos, ni
golpes, su cuello fue el lugar donde se posaría por última vez el cuchillo de
las amenazas, y con ella se quedo hasta que su sangre dejo de manar, y supo que
ya había conseguido lo que quería... ni
para mi, ni para nadie.
Lola, una historia escalofriante y por desgracia real para muchas.
ResponderEliminarOjalá no se sumen más mujeres (u hombres que también los hay) nadie merece esto.
Besos
Hola Verónica, todo real como la vida. Triste es admitirlo, y así seguirá mientras las leyes no cambien. Gracias por tu comentario. Un beso.
EliminarPues ojalá todas las mujeres pudiesen escapar de esa esclavitud y sufrimiento.
ResponderEliminarBesos Lola.
Hola Rafa, así debería ser, yo se que algún día cambiaran las cosas, mientras tanto seguiré comentando y hablando de esta injusticia. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarNo te digo nada de lo que pensaba, pues tu relato me ha causado una pena imponente...
ResponderEliminarUn beso
Hola María de los Ángeles, a mi también me da pena lo que está pasando, indignación más aun, solo pretendo hablar del día a día de estas mujeres, y que mientras sigamos hablando, seguiremos pidiendo justicia. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarHola Lola que estremesedor
ResponderEliminary triste relato, una más
hasta cuando...
La imágen es paralizante..
Nadie merece una muerte así...
Te dejo un beso..
lindo fin de semana.
Hola Claribel, sé que es dura mi entrada, pero sé que así son sin que nadie ponga remedio. Seguiremos protestando, hasta que la ley cambie. Un abrazo amiga.
EliminarPor desgracia estos malnacidos seguirán poniendo el cuchillo en el cuello, mientras no les impongan a ellos un castigo ejemplar.
ResponderEliminarTu imagen de cabecera impone...
Un beso.
Hola Laura, ese es el problema, que matar a una mujer aquí en España sale barato, la ley tiene que cambiar, así llegaremos a estar libres de estos asesinos que pronto están en la calle. Gracias por tu comentario. Un beso.
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