Muchas veces la vida nos maltrato, pero no pudimos rendirnos, éramos madres, esposas, hermana, e hijas, y así seguimos adelante.
Más de una vez quisimos ser también trabajadoras, fuera del hogar, el dinero no llegaba, y la vida era muy dura.
Al llegar a casa, de la pareja solo la mujer seguía trabajando, el hombre se sentaba y esperaba la cena, y la mujer seguía preparando la comida del otro día, la ropa del colegio, ponía una lavadora antes de acostarse, y tendía la ropa, dejaba los desayunos puesto en la mesa, y el sueño junto a las carteras del colegio.
Así ha sido durante muchos años, y la mujer participa más, también se la agrede más, y es la que sale en los telediarios por su muerte a manos del maltratador de turno.
Nadie hará nada, no supliquemos por nuestra vida… solo es hora de vivir como queramos, sin ofender a nadie y...